jueves, 26 de abril de 2012

Marshall saudí

¡QUÉ CENA la de la última Nit de la Cremà! Para el constipado Rodrigo Rato debió de suponer un alivio que el presidente de la constructora Rover Alcisa, Alfredo Rodríguez, se presentara acompañado de un jeque árabe que inmediatamente captó la atención general. «Creo que la primera vez que fui a la casa de Gatsby era uno de los pocos huéspedes que habían sido realmente invitados. Los demás no estaban invitados: entraban, simplemente», debió pensar con Scott Fitzgerald el acaudalado saudí. Se acostumbrará. Había pasado el día con Barberá y Fabra, y se fue dispuesto a estudiar el Corredor Mediterráneo. El dinero árabe se asoma últimamente a Valencia: hace año y medio, Rita y el presidente de la Cámara, José Vicente Morata, (Camps era demasiado excelso para eso) recibieron a un miembro de la familia Zahid, entre cuyas excentricidades está la de ser dueños del Manchester City. Siempre, la alcaldesa a la busca de alguien que se quede esa lata de sardinas (¿estarán frescas aún?) que es la Dársena de la Copa América. Pero la cosa no es que el dinero ronde, sino que se quede. La ministra Ana Pastor ejerció el lunes de trasunto de Eisenhower en 1959, pero sin Plan Marshall. Comprobó hasta qué punto esta extenuada sociedad anda ahíta de inversión foránea. Basta con mirar las cuentas de los constructores para descubrir que sólo uno aumenta su negocio, enhorabuena Bertolín (no lo atribuyan a González Pons, que está en Madrid). Grupos familiares, como los Batalla, ya no dan ni para luchas internas por el control: tras la jubilación del director general, Arcadio Gómez, se abandonan a una suerte de intervención financiera de facto, que antes de las regiones empezaron por las empresas. Por eso no es bueno sembrar la semilla de la división en el mundo empresarial. Constructores frente a exportadores; la patronal Cierval frente al lobby AVE, con Mercadona a las puertas del salto internacional. Hay que evitar que esa semilla brote. Para no atascar el proyecto y para posicionarse ante lo que aún tiene que venir: ¿Alguien sensato cree que Renfe puede gestionar el tráfico de mercancías del Corredor? Habrá operador privado y, si no espabila, el poder valenciano volverá a quedarse fuera. Ojalá ayude la limpia que los empresarios esperan en el PP de la Comunidad después del Congreso de mayo. Místicos de Caballeros y tahúres, todos fuera. Y a buscar sucesor para Valencia, ¿no? Mientras, Alicante mira a Bruselas, que sigue sin autorizar la integración de CAM en el Sabadell. Lejos los tiempos en los que se colocaban cuotas participativas a los empresarios a cambio de la refinanciación de la deuda. Ahora no hay nadie al otro lado de la línea. La UE duda del carácter público de las ayudas y anda colapsada ante la ola de fusiones bancarias. Desde el Sabadell, no obstante, aseguran: en cuanto se desbloquee, la hoja de ruta está muy clara. Sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario