Ups, el empleo

OTRA OPORTUNIDAD perdida para que el órgano de gobierno de una institución socialmente relevante, ya sea partido político, sindicato u organización empresarial, refleje las profundas transformaciones de la economía global. Los que participaron en los debates del congreso del PSPV achacan a la niebla mental de la madrugada que a nadie se le ocurriera crear una vicesecretaría, secretaría o secretaría de área de… ¡empleo! Con la que está cayendo. Lo más cercano a las nuevas tecnologías es el área Acción en Red, situada en el tercer nivel, con Juanjo Lozano al frente, mientras que el cerebro económico del alartismo, el profesor Julián López, se queda en Economía Pública. En fin, como afirmaba Camus de la política, “elle est un accent”.

Ximo Puig se ha esforzado en lanzar el mensaje de que tendrá un comité de sabios con Aurelio Martínez, Javier Gómez Navarro y Pedro Solbes como figuras de referencia. Habrá que esperar a que se constituya, se comenta ya en el partido. A ese grupo se adscribirá también Francisco de Paula Pons, el secretario general de la patronal de la madera, que acudió al congreso a votar al nuevo secretario general como delegado de Alaquàs, feudo que de Alarte fue. Pons puede ganar relevancia en la sombra. Desde su puesto en Madrid ha ido escalando posiciones hasta colocarse en la junta directiva de CEOE y presidir la comisión de morosidad privada de Cepyme. Ha acompañado en su ascenso al presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, y tiene buenas relaciones con el mundo industrial. Puig llega, en definitiva, con un buen peón.

No le vendrá mal en un momento en el que la tensión entre las organizaciones empresariales y el Consell se corta con un cuchillo. La nueva ley que condiciona el pago de ayudas a que un porcentaje de alumnos de los cursos de formación encuentre empleo ha roto la baraja. Lo cierto es que el equipo de María José Català, la consellera de Educación, Formación y Empleo (una Conselleria que sólo pudo concebir una mente proclive a las ocurrencias como la de Camps), se ha pasado de frenada. El ex secretario autonómico Román Ceballos dejó escrito un plan de actuación a cuatro años que incluye medidas duras, como ésta. Incluso más severas de lo que se ha anunciado, porque preveía un 40% de ocupación de los cursos el primer año, un 60% el segundo y un 80% el tercero. Pero había que complementarlas con reformas del marco regulatorio. A ver: si una patronal consigue un empleo y el alumno se niega a cogerlo, ¿se debe sancionar a la primera?

Ay, la modernidad que nos trajo la Campus Party a precio de regalo y se fue. Pero ¿ha pagado las facturas a Feria Valencia? Rita lo sabrá.