Aunque resulte sorprendente, Banco Valencia mejorará el
ratio de capital de Caixabank. Los expertos estiman que en alrededor del 0,6%.
Resulta algo inusual en un proceso de reestructuración financiera como el que
vive España, pero es también la consecuencia lógica del hecho de unir a una
entidad compradora con un ratio de capital del 10% con otra que cuenta con el
21,5%.
Es previsible que ese efecto beneficioso para el balance
de Caixabank se pueda observar ya al cierre del primer trimestre, según las
mismas fuentes, ya que la adjudicación tiene efectos contables a 1 de enero.
Contrasta con lo sucedido cuando la entidad catalana se quedó Banca Cívica: en
aquella ocasión, su ratio de capital bajó casi dos puntos a causa del deterioro
de la entidad absorbida.
Días después de conocerse el adjudicatario del Banco de Valencia, era fuerte la impresión de que la operación no estaba exenta de elementos llamativos.
Días después de conocerse el adjudicatario del Banco de Valencia, era fuerte la impresión de que la operación no estaba exenta de elementos llamativos.
El esquema de protección de activos (EPA) aprobado para
Caixabank fue descomunal y las ayudas directas equivalían a casi el 25% de los
activos del Banco de Valencia, más del triple que lo otorgado a Sabadell para
quedarse la CAM (7,5%) y a Bankia para sanearse (7,3%), y ocho veces más que lo
requerido por BBVA para comprar Unnim (3,2%).
Además, según las cifras proporcionadas a finales de
septiembre pasado por Oliver Wyman, la cartera crediticia de Caixabank ofrecía
la mejor imagen de los grandes bancos españoles, y en algunos aspectos tenía el
doble de calidad que la de los gigantes, Santander y BBVA. Cómo habían cambiado
las cosas: en julio de 2011 la Autoridad Bancaria Europea (AEB) asignó a La
Caixa unas pérdidas de 2.049 millones de euros en el peor escenario para el
periodo 2011-2012 y de 1.903 millones a Banca Cívica. Ambas estaban entonces
muy lejos de las expectativas para Santander (8.092 millones de beneficio) y
BBVA (6.247 millones).
El banco que preside Fainé cuenta con la tasa de cobertura
más baja de la gran banca, el 60%, diez puntos por debajo de BBVA y Santander,
e inferior a la del Banco Popular e incluso a la de Bankia después de las
ayudas. Caixabank no ha cumplido, de hecho, con la totalidad de los conocidos
como decretos Guindos, le quedan por cubrir alrededor de 800 millones en
dotaciones. Es en esas circunstancias en las que se queda Banco Valencia: paga
un euro por una entidad con un patrimonio de 2.200 millones y un ratio de
capital del 21%.