martes, 1 de enero de 2013

Inventario


LA MATERIA GRIS que queda del sector financiero en la Comunidad Valenciana, o al menos una parte sustancial de ella, gestores con agenda, economistas, técnicos, comerciales que acumulan años de relación con clientes, sí, algunos los conoce usted, especialistas en riesgo, el rostro honrado del know how inspirado en más de un siglo de existencia de cajas y bancos locales, en fin, la porción de cerebro que aún permanece viva. Están haciendo inventario. Tanto Bankia como Caixabank (Sabadell se encuentra ya en la fase final). La primera ha entrevistado al más de un centenar de excelentes profesionales del área informática de Bancaja, herederos del mítico Cemeco, y les ha explicado que hasta aquí hemos llegado. Las opciones se reducen a  trabajar para IBM, en el departamento diseñado para atender al banco que preside Jose Ignacio Goirigolzarri, o dejar el banco. Su futuro, para más señas, en Madrid.
También Caixabank ha comenzado las entrevistas. Decenas de empleados de los servicios centrales del Banco de Valencia están siendo invitados a hablar («¿hablamos?») con los emisarios de Fainé. El camino se acaba aquí, señores, y continúa en Barcelona, salvo para un pequeño grupo especializado que mantendrá la delegación comercial. Los planes se conocerán en los próximos meses, al igual que el destino de los miles de accionistas, que aún confían en el canje milagroso para el que sigue habiendo opciones, y ojalá.
Algunos alzan la mirada hacia el Banco de España y la Generalitat. El uno ha dejado de ser ese ente fiable de mensaje unívoco que era en el pasado. Y no se trata de los ataques al director general del Banco de Valencia, José Antonio Iturriaga, el inspector que participaba en partidas de poker nocturnas con otros colegas en las que no se jugaban dinero, sino... ¡garbanzos! No, el problema del Banco de España es que bajo el yugo de Bruselas su palabra cuenta lo que cuenta. ¿Cómo garantizar que lo que dice que vale hoy no quedará en papel mojado en tres meses?
Y, ay, la Generalitat-PPCV. El peligroso reflejo que se esconde bajo las alfombras de Banco Valencia y CAM... La conexión política de los escándalos conocidos y por conocer. Porque Alberto Fabra tiene al equipo investigador del Banco de España en casa, con apoyo de KPMG, algo de lo que se han librado Feijóo en Novacaixagalicia y los governs de Montilla-Mas en Catalunya Caixa, por ejemplo, y ¿por qué?

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