jueves, 10 de enero de 2013

CEOE. Qué

MUY POCO ha gustado a las organizaciones empresariales el fin de las bonificaciones a la Seguridad Social aprobado por el Gobierno, que entró en vigor el 1 de agosto, ¡con efecto retroactivo! Se calcula que el sobrecoste que producirá sobre la economía valenciana supera los 75 millones de euros, y no está el suelo para más pozos. Eran muchas las pymes que se beneficiaban de estas ayudas, o que decidieron apoyarse en ellas para contratar a un mayor de 52 años o incorporar personal investigador, sí, para hacer I+D+i, que se quiere mucho para la economía, pero cada vez se paga menos. También se excluyó de las bonificaciones a las mujeres autónomas que reincorporaban después de la maternidad. ¡Mariano! No ha gustado nada, vaya, y así lo ponen de manifiesto todas nuestras patronales, desde el comercio hasta la industria. Molestas y cabreadas. ¿Todas? Bueno, no, en realidad hay una que parece no haber elevado la voz todavía, una con vocación de lobby que no ha considerado aún oportuno dedicar tiempo a este asunto. Se llama CEOE.
Y gota a gota se va colmando el vaso de la paciencia de los empresarios de algunas regiones, entre ellos los valencianos, baluarte que fueron de Juan Rosell en su pugna por suceder al olvidado Gerardo Díaz Ferrán en la presidencia de la patronal de patronales. Pues Rosell ha correspondido de forma discreta al apoyo de los presidentes de la Corona de Aragón, como él mismo definió exultante tras ser elegido en conversación con el jefe de Cierval y uno de los urdidores de su candidatura, José Vicente González. El peso valenciano en el comité ejecutivo y la junta directiva de CEOE se ha multiplicado por cuatro, sí, pero sobre un censo significativamente mayor. Y ahora se venden puestos en la asamblea general al mejor postor, tal que a empresas individuales a tanto el sillón. Y la patronal se asemeja a una partida de lobbies en la que cada vez pesan menos las organizaciones de base. Y la secretaría general de Cepyme no fue para Cierval, como se prometió. Y fíjate tú que la reforma de las Cámaras de Comercio les garantiza la suficiencia financiera y con eso cómo vamos a competir, y menudo agravio, pero no vamos a protestar porque el presidente de la patronal de Madrid, CEIM, Arturo Fernández, lo es también de su Cámara. Y total: «Me juego lo que quieras a que CEOE no acaba el año con la estructura actual, o tiene que desaparecer», dice un destacado dirigente valenciano con ascendencia en su sector a nivel nacional.

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