lunes, 19 de agosto de 2013

Círculo cítrico



EL DESCONCIERTO citrícola bien puede considerarse el fracaso de toda una generación. Y la restauración del esplendor pretérito, un fabuloso reto para la siguiente. Un objetivo al que cabría dotar de una potente Estrategia Naranja 2020. Teníamos la exclusiva de un producto con prestigio mundial, Valencia se postuló como sede de un mercado de futuros cuyo éxito habría causado estupefacción en el resto de España, y recelo entre los operadores de Londres y Chicago. Pero no se supo administrar esa ventaja, convertirla en una palanca para el desarrollo. Javier Megías cita en su blog las palabras del israelí Yuval Cohen (StageOne): "Hay una buena coincidencia entre Israel, California (Silicon Valley) y España: los tres eran exportadores de naranjas en el pasado… ¡Pero a España todavía le queda evolucionar!"
Hoy se da por satisfecho el agricultor que coloca el kilo de navelina al precio de hace 20 años. ¿Qué ha pasado en este tiempo? Una potente transformación tecnológica: la tradicional forma de riego a manta, dependiente durante siglos del acceso al agua, ha sido sustituida en un plazo extraordinariamente corto en términos históricos, por el riego a goteo, y la naranja brota donde hasta hace poco sólo había cabras. La producción se ha disparado, y las cinco o seis hectáreas que antes permitían a una familia vivir de los cítricos no compiten hoy con la mano de obra barata de África. Porque la gran distribución ha sabido utilizar hábilmente el incremento de oferta, fomentando la apertura de la UE a los cítricos de Marruecos, Israel o Egipto, para hundir los precios.
Hay desorden en el campo, el más formidable vivero de economía sumergida. Pese a que, en línea con el mayor celo inspeccionador de otras administraciones, entes como el Seprona se están aplicando a fondo con los incumplimientos, en su caso medioambientales. Comarcas como La Ribera hablan de persecución. Y más: los técnicos de cooperativas se hacen cruces con la subida de pólizas de Agroseguro en hasta un 400%. Qué caos.
Es en este territorio, tan fértil como ahíto de plagas, en el que quiere dejar huella ahora el presidente de Mercadona, Juan Roig. Su premisa es garantizar precios estables a quienes agrupen parcelas citrícolas. En fin. Quizás una Estrategia Naranja 2020 y el empeño del empresario valenciano logren la cuadratura del círculo cítrico.

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