miércoles, 10 de abril de 2013

(In)Vertebrados

QUIÉN DIJO que aquí no se vertebra. Lo hicieron empresarios de las tres provincias compartiendo expectativas de pelotazo en los PAI que tan generosamente aprobaron los ayuntamientos en la década de los prodigios. Ahora Bonig les saca los colores a muchos, incluido de su propio equipo, al certificar que buena parte de esos planes no tenían futuro. En la espinilla.
Vertebran los querellados de Banco Valencia y CAM, porque no hay pegamento más potente que el victimismo. El jefe de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, ha contactado con el ex de la comisión de control de la caja alicantina que fue, Juan Ramón Avilés, para coordinar estrategias contra el enemigo común, el vil Frob y su efigie en esta tierra, José Antonio Iturriaga, el hombre que sustituyó el pádel por el golf y luego nos sentamos a hablar.
En el caso de las patronales, el enemigo común se llama Hacienda y su pertinaz negativa a pagar las ayudas de la formación durante la etapa de José Manuel Vela. El ex conseller, en mesa de Cierval, hizo una llamada por el móvil en presencia de José Vicente González para solucionar el tema. «Mañana tenéis 15 millones en el banco». Y al día siguiente sonó el lamento de los institutos tecnológicos reclamando esa cantidad. «Ya sabemos a quién se lo han quitado». Pues no, qué va. El dinero no llegó ni a unos ni a otros. Elocuentes las palabras de Salvador Navarro: el nuevo conseller, Moragues, «traerá rigor y seriedad», con eso está dicho todo. Hay más motivos para vertebrar, sí. Tal que el puesto del secretario de Cierval, que ocupa Javier López Mora, sin respaldo ya de ninguna provincial, ni siquiera la de Alicante. González dirá.
El telón del sainete financiero no baja. Aún no se ha recuperado el empresariado del nombramiento de Alberto Catalá como consejero de Banco Valencia. Asunto este que reabre el debate de Feria Valencia, donde Rita Barberá es ya su única valedora. ¿Y por qué manda tanto Rita en la Feria? ¿Por qué es suya cuando no pone ni un duro? Desde luego, no será Buch quien le afee el asunto, que bastante tiene con Moragues y con Císcar y el Valencia CF. Pero alguien se lo debería hacer ver a la alcaldesa.
Llega Caixabank, pero no hay feeling. Ho sentim molt, Isidro. Se le recuerda al nuevo propietario de Banco Valencia que empezó a abandonar posiciones en el mercado valenciano en 2007, cuando llegaron las vacas flacas. Que se lo digan a Jesús Ger y su Marina d’Or. De modo que se quiere tender puentes con Bankia. Su director de empresas, José María Martínez, está ejerciendo de Cireneo para estrechar lazos entre la patronal y el comité de dirección de Goiri. Valencia ha elegido a Bankia, ¿y ésta?

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