sábado, 25 de agosto de 2012

Las preguntas


UNA DE LAS CUESTIONES que comenzaron a correr de boca en boca en los cenáculos empresariales desde que la junta de accionistas del Banco de Valencia aprobó denunciar posibles delitos fue la de hasta dónde iba a llegar la investigación del Frob. Tras la nacionalización de Bankia, lo que antes era pura curiosidad se ha transformado en inquietud en amplios sectores de la sociedad económica. Hasta dónde se va a llegar en las investigaciones abiertas y, directamente relacionado con eso, dónde se fijará el listón. No hay que olvidar que KPMG y más recientemente PwC no han dejado de bucear en las entrañas del Banco de Valencia y el Frob amaga con más denuncias. Después del asunto Aguas, ¿cuál será el siguiente?
¿Será el de la piscifactoría de Antoni Asunción y Társilo Piles, cuyas presuntas 'diferencias' con el banco no le han impedido, sin embargo, presidir la Fundación del Valencia CF? ¿Será alguna de las grandes operaciones inmobiliarias con suelos supuestamente valorados, asumidos en dación en pago, financiados, pasados, traspasados o cualquiera otra de las posibles variantes posibles que se les ocurran, siempre con el estigma de la sobrevaloración a cuestas, en Riba-roja, Cullera, Alicante, Murcia o Vila-real, por ejemplo? ¿Será la compra aparentemente millonaria de gestoras de fondos? ¿Serán las supuestas maquinaciones, préstamos incluidos, para mantener el valor en Bolsa? ¿Será la aventura de México, articulada a través de sociedades ubicadas en Holanda para beneficiarse de exenciones fiscales? ¿Ha sucedido algo de esto? ¿Van a salir más apellidos? Esas son las preguntas que se plantean desde hace semanas en las sobremesas empresariales.
De momento, lo único que hay es el asunto de Aguas de Valencia sobre el que diversos actores muestran creciente interés, incluidos los franceses de París y los franceses de Barcelona, que no son los mismos. Nada cambiará hasta que el juez Pedraz admita a trámite la querella del Banco de Valencia, una denuncia no demasiado aplaudida en medios jurídicos. Porque, pese a la contundencia de algunos datos, no detalla las medidas cautelares y comete excesos, como el de incluir en el agujero dos créditos vivos. No obstante, el interés se centra para muchos no tanto en la causa como en las consecuencias. Y el Banco de España en esto apuesta por la profesionalidad: escuchará la sensibilidad valenciana, pero si puede adjudicar su parte en Aguas lo hará por subasta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario