jueves, 7 de junio de 2012

Ya heredarás

NO PODEMOS NEGAR como sociedad un estilo peculiar en la transmisión del poder. Hay sagas familiares dedicadas a la cosa, tal que la de Fabra; hay profesionales especializados en el arte de mantenerse a flote, como Antonio Tirado; y hay muchos empresarios, muchos, que siguen al frente de su negocio o sus organizaciones convencidos de que después de ellos viene el caos, abiertos a un relevo suave que nunca acaba de producirse, caso del histórico del mueble Mario Mariner, que va yéndose desde hace un tiempo del Instituto de Empresa Familiar, Ivefa, con la candidatura de su hijo sobre la mesa.
La crisis está acelerando esa renovación generacional que en una década habrá transformado radicalmente el rostro de instituciones públicas y privadas. Y lo está haciendo en muchos sentidos. Me temo que el pormenorizado rastreo del Banco de España en las alcantarillas del Banco Valencia servirá para hacer una criba de potenciales candidatos a presidir la fundación especial en la que se convertirá Bancaja. Al tiempo.
Y enorme expectación por saber cómo será ese nuevo ente, o más concretamente, quién entrará en sus órganos de gobierno después de que las tres patas sobre las que se sustenta todo el proceso digan su palabra: asamblea general, Generalitat y Protectorado de Fundaciones. Digamos que, para decepción sindical, es poco probable que se siga el generoso modelo de la Fundación Caja Castilla-La Mancha, creada en octubre de 2010 y único referente en marcha. Su patronato está nombrado por las Cortes autonómicas (6 miembros), las diputaciones (4), los municipios (4), y atención: el ¡CES! (6 patronal, 3 CCOO y 3 UGT). Una alineación como para que el PSOE saque pecho, madre mía.
Si Alberto Fabra aguanta la presión, no habrá sindicatos, o serán testimoniales, y se abrirá la puerta a los empresarios y las universidades a través de la fórmula de las entidades de reconocido prestigio. Se quiere que haya patronos a título individual dispuestos a aprovechar la Ley de Mecenazgo, aunque las gestiones son tibias. Y luego está Rato, convertido, como presidente de Caja Madrid, cosas veredes, en gran defensor de la participación de Bancaja en BFA-Bankia.
Herencias también en las organizaciones empresariales. El ERE en la patronal anticipa un nuevo panorama. Con unos sectores reforzados que apuntalan a la CEV, aliada de la Cámara que se queda como pulmón de profesionales. Y el Grupo Cepymev (Morata, Lafuente, Folgado, Navarro, Aguado...), convertido, con la complicidad de la construcción, en el gran aglutinador alternativo a AVE. Lean entre líneas: la exitosa colocación de la sede de la Cámara a Hacienda, aplaudida en pleno por la vocal de Mercadona, Pau Villalba, demuestra que Morata dispone de un equipo de fontaneros comprometido y de nivel. ¿Quién se queda fuera de este nuevo mapa? En efecto, Cierval. González lo sabe, y se lo han dicho. La figura del secretario general, Javier López Mora, ligado a una territorial, está en el centro de las miradas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario