martes, 19 de noviembre de 2013

El consejo

"ME EQUIVOQUÉ al analizar la crisis. No supe ver dos cosas: su duración —le dije a todos que acabaría en otoño de 2011— y su poder transformador: es como si alguien recoge todas las cartas de la baraja en mitad de la partida y cambia las reglas del juego, ahora la principal regla a tener en cuenta es la concentración de la distribución". Al final sabrán qué empresario me hizo esta confesión en un hotel de Valencia el pasado lunes, pero lo importante es el fondo de su reflexión. En el sector financiero se insiste, contra los escépticos como yo, que la banca española mantendrá 42 marcas comerciales, pero acabará dirigiéndose desde no más de cinco consejos de administración. Y lo mismo en el negocio minorista. Miren la bulliciosa calle Colón, los consejos de administración que deciden su futuro se cuentan con los dedos en una mano. A nivel global el fenómeno es todavía más brutal.

En la Comunidad sólo existe un consejo que influya en el destino de un sector importante en España. Es obviamente el de Mercadona. Su encaje en la sociedad económica y política es, por eso, algo estratégico. A no pocos les sorprendió la actitud de la patronal de los supermercados en el último Observatorio de Comercio, metiéndole presión al conseller de Economía, Máximo Buch, a propósito de los festivos con licencia de apertura. Pese a que la ley marca un mínimo de 10, supermercados y comercios pidieron que se siguiera la estela de las regiones que han decido rebajarlos a siete por la excepcionalidad de la crisis. Buch fue tensionado, y demostró que hay una línea roja que no está dispuesto a traspasar, la de su lealtad hacia el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, con quien ha entablado una buena relación, y mejor no romperla en su etapa tierna.

O el Grado ADE para Emprendedores de la escuela de negocios Edem, global sponsor del incomparable Emtech, el foro de tecnologías emergentes vinculado al MIT que se clausura en Valencia. Al pulsar el logo de Edem en la página oficial del evento se accede a una presentación del Grado ADE para Emprendedores, y resulta que por esa vía uno llega, y no al revés, a la Universitat de València, en algunos de cuyos departamentos no se oculta el malestar por la competencia que le ha salido a la Facultad de Económicas. La facultad donde, en teoría, se enseña a competir. En Edem quitan hierro: su Grado está especializado en emprendimiento y tiene a empresarios en el claustro.


La reflexión inicial es de Alberto Catalá.

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