jueves, 6 de septiembre de 2012

Fouché en Bancaja

QUIZÁS no se crea la profecía maya del fin del mundo, lo cual no hace más que confirmar que usted está en su sano juicio, pero hay una fecha marcada en el calendario del Consell que se le parece mucho. Y en esa vaya si puede creer. Es el 12 de septiembre. Ese día el tiempo se detendrá, Europa vivirá el vértigo del jarrón de porcelana en equilibrio al borde de la mesa... el Tribunal Constitucional de Alemania decidirá sobre el fondo de rescate permanente, el MEDE. «Si se opone, se acabó todo, volvemos a la peseta», dice en privado un miembro del Consell. Si da el visto bueno, el grünes Licht, o como quiera que se traduzca eso en alemán, «la solución comenzará». Apunten, pues, la fecha. La moneda está en el aire y el Consell tiene sus fichas sobre el tablero. A Vela no le queda otra.
A día de hoy son más los motivos para ser optimista y, aunque no conviene fiarse, se puede trabajar en el día después, como si fuéramos a salir de esta, vaya. Y ahí está la fundación especial Bancaja, preparándose para nacer. En ello están más o menos explícitamente el conseller Buch, el presidente José María Mas y un invitado insospechado, el ex secretario de la caja, un auténtico Fouché a la valenciana, alguien capaz de mantenerse en el cargo por encima de presidentes y familias políticas: Vicente Palacios. Su ascendencia natural socialista quedó clara en la cena con la que celebró su jubilación en agosto pasado, a la que asistió lo más granado del PSPV en Bancaja, actual y pasado. Pese a ello y pese a que algunos le instaron a que no lo mantuviera, ni José Luis Olivas se decidió a relevarle del puesto. Palacios se va de Bancaja, pero reaparece en la Fundación, a cuyo patronato se incorpora no por el turno extraordinario de empleados (¡está jubilado!), sino por el que le corresponde a la Generalitat. Porque sí, el propio PP le ha propuesto, engrandando así la dimensión del mito.
Y en estas que el presidente de la patronal autonómica, José Vicente González, se presenta en un acto del PSPV. No gustó nada al Consell en pleno inicio del reparto de fondos pendientes (las federaciones sectoriales no ocultan su malestar: ¿por qué cobra antes Cierval?), pero son otros tiempos. La lectura realmente útil es conocer los nuevos puentes de Ximo Puig con el mundo empresarial. Una sorpresa: Arcadi España, economista, fontanero de Carcaixent, ex jefe de gabinete del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, fajado en Madrid con el impulso de Enrique Guerrero. En ascendente.

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